En pleno Covent Garden, pero escondido de las miradas de los cientos de turistas que visitan habitualmente este popular barrio, se encuentra Neal’s Yard, un precioso y original reducto de la época hippie en Londres. Se trata de una encantadora plazoleta a la que se accede por dos callejones que no dejan intuir este mágico rincón, caracterizado por sus coloridas fachadas llenas de flores y sus cafés y tiendas especializadas en alimentación sana, cosmética y remedios naturales y otras propuestas de estilo New Age.
Este encantador rincón fue creado en los años 70 por el escritor Nicholas Saunders, un gran defensor de la comida naturista (wholefood) y de un tipo de vida alternativo. De hecho en estas fechas Saunders publicó su libro “Londres alternativo”, que fue todo un éxito editorial y convirtió esta pequeña plaza en el punto de reunión de los hippies de la época. La casa de Saunders siempre estaba repleta de gente, hasta que uno de sus huéspedes murió calcinado mientras dormía por culpa de una vela que se dejó encendida mientras meditaba.
Siguiendo su proyecto naturista, Nicholas Saunders adquirió un almacén en donde comerciaba alimentos naturales, sobre todo lácteos, a buen precio. Amplió su negoció comprando otros locales de la zona y estableció una cooperativa que disponía de un supermercado de alimentos orgánicos sin procesar (Neal’s Yard Wholefoods Warehouse), cafeterías, una farmacia o una panadería, entre otros negocios.
En Neal’s Yard establecieron también su estudio de edición en 1976 los famosos Monty Python, como demuestra una pequeña placa azul en una de las principales fachadas de la plaza. Incluso la quesería Neal’s Yard Diary de Saunders aparecía en uno de los hilarantes sketches del original grupo de cómicos.
Hoy en día el espíritu alternativo de aquella época se mantiene vivo en locales como el Neal’s Yard Remedies, donde venden cosméticos y remedios naturales; una librería de estilo New Age, la panadería Neal’s Yard o una peluquería donde predominan los peinados psicodélicos y hippies, y que se reconoce por el gran hada que tienen la puerta. Además, los cafés y restaurantes de esta zona utilizan sólo ingredientes frescos, especialmente vegetales, que cocinan ante los comensales.
