El castillo de Windsor, de estilo gótico inglés, fue construido por Guillermo el Conquistador en el año 1070 como fortaleza para defender Londres, y a lo largo de los siglos ha ido creciendo y experimentando muchos cambios. Es el caso de la creación en 1348, por parte de Eduardo III, de la preciosa capilla de San Jorge, sede de la Orden de la Jarretera, o la incorporación durante el reinado de Jorge IV de un nuevo ala del castillo, que es el que utiliza en la actualidad la reina Isabel II.
Está considerado uno de los castillos habitados más grandes antiguos del mundo. Está instalado en un terreno de 26 acres (11 hectáreas), donde se encuentran el castillo-palacio, la gran capilla de San Jorge y las residencias de los trabajadores del castillo. También dispone de tres tiendas que venden artículos exclusivos relacionados con el castillo.
Aunque no se encuentra en la misma ciudad de Londres, el castillo de Windsor se halla a unos pocos kilómetros, y su visita es una de las citas imprescindibles en los alrededores londinenses. Situado muy cerca del histórico colegio de Eton, Windsor es una de las residencias oficiales de la familia real británica. La reina pasa en el castillo los fines de semana y se aloja también aquí para la temporada de carreras en Ascot, además de disfrutar de las vacaciones de Pascua.
También es utilizado para realizar algunas ceremonias de Estado, para que la reina reciba a monarcas, presidentes y políticos extranjeros y los agasaje con elegantes cenas en el gigantesco Salón de San Jorge.
La visita al castillo de Windsor dura cuatro horas, pudiendo disfrutar de la capilla de San Jorge; de los Aposentos de Estado, decorados con obras de la Colección Real, que incluyen cuadros de Rembrandt, Rubens, Canaletto o Gainsborough; de la Casa de Muñecas de la Reina María, una maqueta a escala 1:12 de una residencia de principios del siglo XX, o de las dos grandes colecciones de muñecas de época y de armaduras.
Más información en su página web oficial www.royalcollection.org.uk/visit/windsorcastle