Cuando en el año 1968 la compañía Metropolitan Railway, responsable del Metro en Londres, estaba construyendo la línea que comunicaría las zonas de Paddington y Bayswater se encontró con que en la elegante calle Leinster Gardens dos grandes y señoriales casas de cinco plantas obstaculizaban la importante obra.
El trazado no podía ser modificado, ya que aumentaría el coste del proyecto, por lo que para eliminar los obstáculos se pagó a los propietarios de las viviendas una considerable suma de dinero y se llevó a cabo el derribo de ambas mansiones. En aquella época se utilizaba para construir el subterráneo el método denominado “cortar y cubrir”, que consistía en cavar unos pocos metros y cubrir las vigas con robustas vigas que soportasen el peso de construcciones posteriores. El tramo que se iba a construir entre los números 23 y 24 de Leinster Gardens no iba a ser cubierto, ya que como se utilizaban locomotoras a vapor este lugar fue utilizado como punto de ventilación que aliviase la tremenda humareda producida por las máquinas.
La obra suponía un grave atentado visual para la cuidada estética arquitectónica del elegante barrio, por lo que se decidió construir una reproducción falsa de las fachadas de las casas vecinas. Estas dos fachadas tienen un espesor de 1,5 metros, y aunque las ventanas están pintadas con trampantojos y las puertas no tienen buzones, el efecto que producen es de lo más real. De hecho, en la década de 1930 se llevaron a cabo varios timos a incautos a los que se les sacaba el dinero para acudir a una inexistente fiesta con fines caritativos. Cuando los afectados llegaban vestidos de gala a la dirección indicada para el festejo, los números 23 y 24 de Leinster Gardens, descubrían que habían sido engañados.
Si se da la vuelta a la calle y nos asomamos al muro que hay, podemos contemplar el lado falso de tan inteligente y estético decorado, que efectivamente oculta dos vías superficiales del metro de Londres.
A pesar de tratarse de dos viviendas de pega, los edificios de los números 23 y 24 de la calle Leinster Gardens también necesitan mantenimiento, por lo que nos es extraño, de vez en cuando, ver andamios en las falsas fachadas para realizar algunos retoques.