Al sudoeste de Londres se encuentra el Real Jardín Botánico de Kew (Royal Botanic Gardens, Kew), más conocido como los Jardines de Kew. Se trata de 132 hectáreas de preciosas zonas ajardinadas con invernaderos situados entre las localidades de Richmond upon Thames y Kew. Su origen se remonta al siglo XVIII, cuando el Lord Capellán de Tewkesbury construyó un jardín de plantas exóticas. Su belleza atrajo a la princesa Augusta, viuda de Federico Luis de Hannover, príncipe de Gales, que decidió ampliar y mejorar el jardín. De esta época (1761) es la creación de la Pagoda China, diseñada por el arquitecto escocés Sir Wiliams Chambers.
Desde entonces el jardín ha seguido experimentando continuas mejoras, como las que realizó el rey Jorge III en 1781 asesorado por el botánico escocés William Aiton y por el naturalista y botánico inglés Sir Joseph Banks.
En el año 1840, cuando pasó a ser público, se le otorgó al jardín de Kew la categoría de Jardín Botánico Nacional, incrementándose su extensión en 30 hectáreas. A lo largo de los años el jardín ha ido incorporando terreno hasta alcanzar las actuales 132 hectáreas.
Los jardines de Kew poseen tres grandes invernaderos de cristal, entre los que se encuentra el Princess of Wales, inaugurado por la Princesa Diana en 1987. En ellos se pueden contemplar plantas de todo tipo llegadas desde todos los lugares del mundo.
Los Jardines de Kew también disponen de varios herbarios, un banco de semillas, un museo creado en el año 1857 por Decimus Burton para demostrar la dependencia del hombre de las plantas, una biblioteca, una galería de arte botánico y una zona de tiendas y diversas instalaciones para comer.
Los Jardines de Kew han sido declarados Sitio Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Más información en su página web http://www.kew.org