Autor: Olivier Bruchez

Abadía de Westminster

Su origen es un antiguo monasterio benedictino de estilo románico del año 960, que posteriormente, el 28 de diciembre de 1065, fue consagrada como la Abadía de Eduardo el Confesor. Un año después se llevó a cabo en ella la primera coronación, la de Guillermo el Conquistador. En el año 1245, el rey Enrique III comenzó a reconstruir la iglesia, a la que en 1503 el rey Enrique VII añadió la capilla dedicada a la Virgen María. Los años del reinado de Enrique VIII fueron los peores para el templo, que fue asediado, expoliado y disuelto, pero recuperó su esplendor con la reina María, que fue enterrada en esta iglesia en 1558.

Fue bajo el reinado de Isabel I, en 1579, cuando la abadía se convirtió en la Iglesia Colegiata San Pedro. Las dos representativas torres que posee fueron incorporadas en el año 1722, obra de Christopher Wren y Nicholas Hawksmoor.

La Iglesia Colegiata San Pedro de Westminster, más conocida como la Abadía de Westminster (Westminster Abbey), es un templo gótico con dimensiones de catedral, aunque no hay que confundirla con la catedral del mismo nombre.

En la actualidad, la abadía es un gigantesco templo en el que destacan, además de las mencionadas torres de la zona oeste, el techo de la capilla, construido mediante bóvedas de abanico con nervadura; su estrecha y señorial nave central; la Sala Capitular (con un bello suelo de mosaico del siglo XIII); la Lady Chapel (con su impresionante techo y la sillería del coro del año 1512); el Trono de San Eduardo (siglo XI), donde los reyes son coronados por el arzobispo de Canterbury, o el College Garden, el parque que rodea la abadía y que cuenta con más de 900 años de antigüedad.

A lo largo de toda su historia, la abadía no sólo ha sido el lugar de coronación de los reyes ingleses, también se convirtió en la última morada de monarcas y de numerosos personajes ilustres británicos. Es el caso del Rincón de los Poetas, que alberga las tumbas de escritores tan famosos como Charles Dickens, William Shakespeare, Geoffrey Chaucer, Samuel Jonson, Oscar Wilde o Rudyard Kipling. Otras personalidades enterradas en la Abadía de Westminster son David Livingstone, Isaac Newton, Laurence Olivier, Henry Purcell o Charles Darwin.

Desde Guillermo I el Conquistador, todos los reyes ingleses han sido coronados en la abadía, excepto Jane Grey, Eduardo V y Eduardo VIII. También en su interior se han celebrado actos tan famosos como la boda real del príncipe Guillermo y Kate Middleton, el 80 cumpleaños de la reina Isabel II o el multitudinario funeral de la princesa Diana de Gales.

La Abadía de Westminster se halla en el barrio de Westminster, muy cerca del palacio homónimo. No se cobra por asistir al culto, aunque sí por la visita a la iglesia. Está totalmente prohibido hacer fotografías. Abre todos los días. Más información en www.westminster-abbey.org




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